Lo tenía que haber escrito antes, lo reconozco. Los calendarios de Adviento “deben” entrar en funcionamiento el 1 de diciembre, ya que tienen 24 días y concluyen en Nochebuena.
Según Wikipedia, el uso de este calendario se atribuye a Johann Hinrich Wichern, un pastor protestante alemán entregado a los pobres. En 1839 los niños de una escuela que había fundado preguntaban a diario si había llegado el día de Navidad. El pastor construyó un anillo de madera con una vieja rueda de carreta, con diecinueve velas rojas pequeñas y cuatro velones blancos. Encendieron una vela pequeña cada día de la semana durante el Adviento, y los domingos, una de las cuatro velas grandes.
Lo anterior se refiere más bien a la llamada corona de Adviento. Los calendarios de papel con ventanitas aparecieron a principios del siglo XX y los que incluían una chocolatina en 1958. 
El Adviento es para los cristianos el camino de preparación a la Navidad. La luz de las velas simboliza la esperanza, entre otras cosas. El chocolate es una dulce tradición que combina bien con la Navidad.
En supermercados, algunas pastelerías y páginas de internet se pueden encontrar calendarios de Adviento de chocolate. Incluyo aquí uno de chocolate con leche de Simón Coll que no tiene gluten. En la red también hay instrucciones para fabricarlos a medida con distintos materiales.
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