miércoles, 17 de noviembre de 2010

CACAO PARA ESNIFAR

Leed bien, cacao, no otra cosa. Hace un par de días El País publicó una noticia sobre Dominique Persoone, un chocolatero de Brujas conocido por su arte y sus extravagancias y que se define a sí mismo como “Shock O Latier”. Una de sus genialidades es una pequeña máquina, “chocolate shooter”, que acentúa el aroma y el sabor del chocolate catapultando al aire cacao pulverizado mezclado con jengibre y menta con el fin de esnifarlo. El aroma de la menta y el jengibre abren la nariz para que el cacao vaya al cerebro y así, prepararse para el postre. La idea le surgió para acompañar el postre para el cumpleaños del guitarrista de los Rolling Stones Ron Wood. También ha investigado bombones con efectos antidepresivos y estudia un cacao conocido como el viagra natural del Amazonas. El video de youtube dura 56 segundos y es apto para todos los públicos.

http://www.youtube.com/watch?v=QK2jhucsqQ8

Hijo del dueño de un casino y un restaurante Persoone estudió restauración pero descubrió su amor por el chocolate cuando trabajó con los legendarios chocolateros Pierre Hermé and Pascal Brunstein. "Siempre me gustaron los juegos, los experimentos, hace nueve años fui a Madrid Fusión y ahí decidí aplicar al chocolate todo lo que había aprendido en la cocina".

En The Chocolate Line, su tienda de estilo clásico en Brujas, hay pralinés con mezclas sorprendentes: coliflor, albahaca, espárragos, sake, coca cola, etc. Es capaz de maridar sus chocolates con tequila y hasta con piel de pollo. Persoone se considera un revolucionario del chocolate y piensa que la clave para la nueva frontera del chocolate está en la amplitud de mente unida a la mejor calidad de los ingredientes y al equilibrio entre sabor y aroma.
Este provocador chocolatier belga ha abierto su segunda tienda en Amberes en el palacio De Meir, que perteneció a Napoleón y otra realeza.  

Es autor de The Roots of Chocolate, sobre su expedición a México para descubrir los orígenes del chocolate, con recetas propias, y que fue premiado como mejor libro de chocolate del mundo en 2009. Además es miembro del think tank del restaurante inglés Fat Duck.


1 comentario:

  1. Anónimo18/11/10

    Es muy interesante el chocolate para esnifar. Yo lo he probado y me ha gratificado el ego.
    Digamos las cosas claras: para qué hablar de espíritu estos días.

    Y me lo ha gratificado porque el arte de esnifar significa que utilizo al menos, uno, de mis sentidos.

    Un chocolatero como yo, sibarita en la materia, debe poseer una sensibilidad especial que ya no hay por estos lares.

    Se habla de sentidos, pero se siente poco y nada.

    Yo siento el aroma de los chocolates estén en estado sólido, gelatinoso o líquido.

    Hablando de estados, el chocolate es como las personas: las hay amargas, semiamargas y dulces.

    A diferencia de éstas, el chocolate amargo tras el esnifazo te planta ahí. Te pones sobre tus pies y dices algo así como ¡qué presente me estoy echando!

    El amargo del chocolate es presente eterno, mientras que la amargura de tal o cual persona te retuerce la existencia.

    El chocolate amargo te relaja, pero con presencia y porte.

    La persona semiamarga es propia de estos tiempos ambivalentes. Que te quiero y no te quiero, que salgo contigo y luego te llamo diciendo que no.

    El chocolate semiamargo, por el contrario, son dos sensaciones placenteras en una, cada cual a su tiempo. Pero en la velocidad en que vivimos, casi podría decirte que no hay diferencias temporales, y que se trata más directamente de una onda que une los fragmentos convirtiendo su esnifazo certero en pura energía.

    Y ni que contar del dulce.
    ¿Te imaginas una mujer o un varón dulces? Así, sin extravíos ni demandas.
    ¿Entregada a sí misma, o sea, abierta al mundo? Es difícil, pero busca.

    Mientras tanto, no hay como un chocolate dulce que te relaja y el esnifazo penetra dando vueltas hasta rebotar con armonía pura en el centro de tu corazón.

    No hay como el chocolate. Amargo, semiamargo o dulce.

    Por encontrarnos en el horario de protección al menor no puedo decir más pero hay mucho si se trata de chocolate.

    Te lo digo yo, que de esto entiendo mucho.
    Carlos (flaco) Ventafridda

    ResponderEliminar