miércoles, 9 de noviembre de 2011

DJAKARTA DE FRANÇOIS PRALUS

Cuando el chocolate me gusta, con la excusa de hacer una cata, de que no aprecio bien los sabores J suelo repetir.
El chocolate que nos trae hoy aquí es de Pralus, con 75% de cacao. Me lo regaló mi amiga Gertrud, muchas gracias.

Es un chocolate calificado de puro origen, de una colección del chocolatier francés que incluye otras 18 tabletas. El origen de ésta es Indonesia y en la etiqueta dice que está elaborado con una mezcla de cacao criollo y trinitario. La página web del fabricante, Pralus, señala que también incluye habas de cacao de Ghana, además de Indonesia. No entiendo. ¿Cómo puede ser puro origen una mezcla de cacao de Indonesia y de Ghana? Tendrá mayoritariamente habas criollas de Indonesia para que aparezca en la etiqueta como país principal y supongo que un toque de Ghana pero esto último no se indica en el envoltorio.
Y también dice que “las propiedades aromáticas del cacao forastero rompen la acidez del criollo”. Pero ¿en qué quedamos? Vamos a atenernos a la información de la página web y pensar que la del envoltorio está equivocada. Pralus califica en su página este chocolate de redondo, largo en boca con buenas notas aromáticas. La etiqueta de la tableta dice que es fresco y sutil, con aromas de madera o de bosque con setas silvestres, ligeramente ácido y largo en el paladar (esto es lo que se dice de la tableta de Indonesia en la web).
Mucha confusión que no merece un buen chocolate.
Ingredientes: cacao, azúcar, pura manteca de cacao y lecitina de soja no modificada genéticamente.
La tableta pesa 100 g. Viene envuelta en papel rústico de color marrón claro y dentro, en un papel de aluminio dorado por fuera y plateado por dentro. Hay 24 onzas pequeñas y una grande, con la inscripción de la marca, que ocupa 8 onzas.

MI CATA
De buen aspecto, huele fuerte y bien. Se rompe con un crack potente, señal de su buen atemperado. Se funde bien y desprende aromas a cacao y madera con cierta acidez pero no molesta. No noto el sabor de setas. Ligeramente amargo.
En cualquier caso, es un excelente chocolate intenso para degustar. Y repetir.
François Pralus, el aventurero del chocolate, posee su propia plantación de cacao en Madagascar, en la isla de Nosy Be, también conocida como “la isla de perfumes”. Desde Santo Tomé pasando por Brasil y Venezuela, Pralus selecciona personalmente los mejores cacaos de origen (crus) o de plantación que tuesta y transforma en chocolate en sus instalaciones de Roanne, Francia.
Si quieres ver otro de sus chocolates que caté, pincha aquí. Para comprar algunos de esta colección en España, clicad aquí. Aclaro que no tengo intereses comerciales con la empresa Club del Chocolate que los comercializa (ni con ninguna que saco en el blog).

6 comentarios:

  1. He probado esa marca de chocolate.
    Es una delicia.
    A mí es que el chocolate me pirra... qué te voy a decir...

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  2. Felicidades por el primer aniversario de tu blog, Isabel. Os invito a todos a verlo. Aliter Dulcia. No sé si queda mal decirlo pero de los blogs de cocina, mi favorito.

    Ya he añadido un enlace que faltaba, gracias a una gentil seguidora, Edurne.

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  3. Hola, ya sabes que Pralus es una de mis debilidades por la potencia de su sabor. Cualquiera de sus variedades, aunque quizás el Tanzania me resulta un poco fuerte y es para los mas arriesgados, esos que me piden Pacari 100%.
    Es una pena que la etiqueta no coincida con la web y genere confusión, pero cuando se prueban los Pralus, creo que no decepcionan.

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  4. Victoria, muchas gracias por compartir tus conocimientos y gustos sobre la marca Pralus.

    Yo también animo a los chocoadictos a probarlo.

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  5. Anónimo11/11/11

    Creo que deberías hacer un especial sobre los envoltorios de las tabletas de chocolate. Son fantásticos.
    Saludos !
    www.interior-es.blogspot.com

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  6. Muchas gracias por tu sugerencia.

    Debería recopilar los que tengo y elegir, a mi juicio, el mejor. O dejar que voten los seguidores :-)

    Pero también he ido tirando envoltorios, cajas y etiquetas, porque mi despacho casero, en lugar de parecer El mundo del chocolate, puede parecer un caos chocolatero.

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