miércoles, 9 de mayo de 2012

EL CHOCOLATE DEL LORO


Esta expresión popular está siendo muy utilizada en esta crisis. Hace referencia al ahorro insignificante que obtiene quien pretende cortar gastos ridículos sin suprimir los gastos importantes.



  


Como todos los dichos, tiene su leyenda. Según algunos, la protagonista era una familia aristocrática al borde de la ruina; según otros, una dama de la alta sociedad venida a menos.

Parece ser que estas personas eran indianos, que al volver de América traían como recuerdo un loro. Para guardar las apariencias cuando su economía comenzaba a escasear, seguían ofreciendo chocolate a sus invitados pero restringían la ración a su mascota.



Diccionario de la Real Academia Española: ahorro insignificante en relación con la economía que se busca.

La cosa es que si la gente piensa que los ricos pagáramos impuestos sería el chocolate del loro. No tienen ni idea de la cantidad de loros que tenemos porque están en Suiza.

De todos modos, y aunque no entiendo de economía, si se recortan gastos pequeños que parecen insignificantes en una economía doméstica o nacional, a la larga se puede obtener un ahorro importante. Porque suele haber muchos loros que comen chocolate.

Hay muchos indianos que guardan las apariencias, muchos nuevos pobres en este país de nuevos ricos (me refiero a España), y en realidad, pocos loros y poco chocolate de verdad.
Es la gallina de los huevos de oro de la clase media. Le han dado una paliza de muerte entre varios desaprensivos. Por lo visto el cabecilla de los macarras ha sido un loro que iba hasta las trancas de chocolate.

Ánimo a quienes luchan por salir adelante en esta crisis, y desde aquí, sobre todo, a los del gremio de la pastelería y chocolatería.

Fotografías de los blogs de Público,  Valadrem, Emelina Fernández, La casa del arce rojo y Amanece en un mundo pichón.



2 comentarios:

  1. Carmen11/5/12

    En USA para este msmo concepto utilizan los peanuts = cacahuetes del loro...o mascota...
    Chocobes@s

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  2. Gracias por tu aportación, Carmen. Muy interesante.

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