Hacía tiempo que quería ir a este restaurante de postres de Jordi Butrón y Xano Saguer, que también tiene escuela y ha sentado modelo. En Espai Sucre, como su nombre lo indica en catalán (sucre significa azúcar) lo más destacado es la parte dulce, el 80%, frente a la parte salada, el 20%.
Como sólo dan cenas y quería compartir la experiencia con mi amiga Asun, cuyo horario laboral es complicado, tuvimos que esperar hasta la fecha que más nos convino en torno a mi cumpleaños. Hay dos turnos: uno empieza a las 8:30 -9 y el otro a las 11 de la noche. Nosotras escogimos el primero.
Pedí el menú de chocolate. Consiste en tres platos/postres y me atreví a pedir un maridaje. Las copas son pequeñas así que no me arrepentí.
Chocolate con vinagre, fresa, menta y pimienta
El helado de fresa combina bien con el chocolate. El sabor de la espuma de menta era muy tenue, apenas se percibía. El sabor que predominaba en el plato era la pimienta negra de la galletita debajo del helado, que persistía al acabar el plato.
Vino: un Jumilla, Olivares 2006.
Trufa, mantequilla, avellana y cacao
Trufa, mantequilla, avellana y cacao
Nada más tener el plato delante, me llegaba el aroma de trufa, presente en el aceite de decoración. También había trufa en el agar-agar o gelatina de la base. En la parte superior, tres tostaditas con miga (crumble) de cacao y en medio, helado de mantequilla.
Vino: un Tokaji, Disznoko 4 puttonyons 2006.
Empiremáutico 3: Chocolate, ciruela, roble, ron, y tabaco
Empiremáutico 3: Chocolate, ciruela, roble, ron, y tabaco
Este era un postre que disuadió a mi amiga de pedir el menú de chocolate, por el advertido sabor a tabaco. Me gustó mucho el juego de texturas: bizcocho al vapor de cacao, gelatina vegetal-caviar de achicoria, espuma de chocolate y tabaco, crema montada de roble, helado de ciruelas, ron y tabaco de pipa y granizado de roble (éste casi no lo noto porque había poco).
El bizcocho era muy ligero y la crema estaba buena. No me pareció molesto el sabor a tabaco, probablemente porque no era de cigarrillo.
Después he leído que empireumático es un término utilizado en una guía para catas de vinos para clasificar olores y aromas de la familia de los torrefactos. (Y copio lo que pone en la página de Verema sobre el número 3. Empireumático fuerte y torrefacto: caramelo oscuro, cebolla tostada, chocolate negro, café, achicoria. )
Vino: un Oporto, Noval Tawny de 10 años.
Petit fours
Petit fours
Me parecieron correctos. El chupito de manzana ácida con laurel me gustó; el otro sabor ácido, el de la piruleta de lima con romero algo menos. Curioso el crujiente de caramelo con sésamo y regaliz. Bueno el shorbread de mantequilla y sal. Del bombón de chocolate 70% con té ahumado me gustó justo este toque. Otros petit fours son la nube de cacao y cardamomo verde, la gominola de café y anís (no soy entusiasta de las gominolas) y la galleta de cacahuete y curry (no la probé por ser alérgica a esta mezcla de especias).
El menú no es excesivo ni empalaga. Por pedir, me hubiera gustado un plato más. El servicio fue muy atento y la cena agradable. Hay 8 mesas y esa noche, la mayoría estaban ocupadas por parejas jóvenes, aunque había una mesa con un grupo de 4 o 5 personas.
El menú cuesta 37,50 € sin IVA y sin cubierto (3 €) por lo que al final, la factura se incrementa. La copa de vino cuesta 4 € y el maridaje 10 €.
A la salida saludamos al jefe de cocina, Ricard Martínez, a quien felicité por mi menú. Y desde aquí agradezco a Asun su compañía durante la cena y su amistad desde el 1991.
Espai Sucre
C/ Princesa 53
Barcelona
Espai Sucre
C/ Princesa 53
Barcelona
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