viernes, 22 de febrero de 2013

CALATAYUD: CON C DE CHOCOLATE

Hay dos cosas que inevitablemente vas a hacer si vas a Calatayud:

Visitar el Monasterio de Piedra y preguntar por la Dolores. Y si estás en el monasterio, no te puedes ir sin visitar su Museo del Chocolate.
El Monasterio de Piedra no es sólo lo que su nombre indica. Además de ser un espacio para la espiritualidad, alberga en su interior el museo del vino y el museo del chocolate. Los amantes de la cultura y la gastronomía gozarán de cada rincón de este monasterio. Y si además te gusta la naturaleza, esta abadía está construida sobre la cima de una colina; sus vistas además podrían hacernos padecer un síndrome de Stendhal. Una visita para todos los públicos.

El Museo del Chocolate que conocemos hoy fue el primer sitio de Europa donde se preparó el chocolate. Parece mentira pero ¡fuimos los primeros en catar este manjar! Las gracias debemos dárselas a Fray Jerónimo Aguilar, que en el siglo XVI tras la conquista de América, envió a España los primeros granos de cacao con sus recetas.  Uno de los mejores sitios para descubrir un poco más sobre la historia del chocolate, mi gran pasión.
 
 
La historia comenzó cuando nuestro protagonista, Fray Jerónimo de Aguilar, se embarcó junto a Vasco Núñez de Balboa en una expedición que nos traería más de una sorpresa.

Creo que por más suerte que desgracia, el barco naufragó y el monje terminó retenido en Yucatán, donde descubrió aquella bebida tan arraigada en la dieta de los mayas.
 
Años más tarde, Hernán Cortés rescató a Fray Jerónimo y éste tuvo la astucia de conseguir unos granos de cacao que le envió a Fray Antonio de Alvarado, abad del monasterio en aquel momento. No me quiero ni imaginar la cara de aquellos monjes al probar un manjar que sigue considerándose tan exquisito en nuestros días.


En el museo del chocolate podremos descubrir recetas y cómo se elaboraba en la época, recetas que poco tienen que ver con las que conocemos hoy en día, ya que por aquel entonces el cacao se preparaba en forma de sopa reconstituyente, con sal y pimienta.

Además, las cocinas abovedadas donde los monjes del Cister prepararon por primera vez aquellas recetas de chocolate están habilitadas para su visita.

 
Al terminar esta dulce visita a las cocinas que dieron la bienvenida a los primeros granos de cacao, recomiendo un paseo por el Parque Natural del Monasterio. Un punto final repleto de sensaciones en un espacio que poco o nada se parece a nuestro ajetreado día a día.

Colaboración de Adela
Le agradezco su ofrecimiento al escribir este artículo sobre un lugar que he visitado en la provincia de Zaragoza y adonde aconsejo viajar. Interesante por su historia y su belleza: la del monasterio y la de un vergel con cascadas y grutas.

2 comentarios:

  1. Y muchos que pensábamos que lo del chocolate con sal y pimienta era un asunto moderno...
    Un artículo súper interesante y un lugar más por visitar.
    Un saludo!
    María José

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  2. Estuve hace siglos en el MOnasterio y nos guiaron en un recorrido y recuerdo que nos llevaron a la cocina donde por primera vez se preparó el chocolate. Por entonces aún no existía el Museo. Estaría bien volver un día y disfrutar de paso de esos preciosos paisajes de agua y la magnífica "cola de caballo".

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