lunes, 28 de marzo de 2011

LA CALLE DEL CHOCOLATE DE TOULOUSE

Llamada Tolosa en occitano, Toulouse, situada en las orillas del río Garona, es conocida como la ville rose por sus casas de ladrillo rosado, por ser la sede de Airbus y por atraer a miles de universitarios. Históricamente fue la segunda ciudad de la resistencia francesa y refugio de muchos españoles del exilio. Son típicos los dulces, licores, mermeladas, perfumes y otros derivados de la violeta. El rugby y no el fútbol es el deporte local.
Además de contar con bonitos edificios y monumentos, la cuarta ciudad francesa por número de habitantes tiene una reputada gastronomía y numerosas tiendas de chocolate.
En torno al mercado Victor Hugo se encuentra la calle du Rempart Matabiau, con varios establecimientos chocolateros en una y otra acera.
Destacaría en el número 33 Chocolatier Olivier, que ha heredado el nombre de un tradicional chocolatero francés, el más antiguo de Francia, concretamente, de 1780. Madame Collet, encantadora, nos dio una entrada para un encuentro de varios chocolateros que se estaba celebrando en la Escuela de Ingenieros, a las afueras de Toulouse. Su marido, Grégory Collet, maestro chocolatero, está a cargo del obrador desde octubre de 2008. Antes estuvo diez años en Japón, donde montó varios laboratorios de fabricación de chocolate. Escribiré una cata de los exquisitos bombones que compré.

En la misma acera de la rue du Rempart Matabiau, al lado de Olivier, está Tête de Cabosse Chocolats, con un gracioso logo que recuerda a nuestro conguito. En el número 29 está Emblème Cacao. Venden chocolate que no fabrican y un poco de todo: tazas, objetos decorativos y más "pongos". Tienen una segunda tienda en 73 rue du Faubourg Bonnefoy.

En la acera de enfrente, en el número 12 está Criollo Chocolatier, con obrador en  Saint Pierre de Lages. No probé los bombones de Jean-Pierre Dujon Lombard pero tenían muy buena pinta y lo haré la próxima vez que vuelva a Toulouse. Un poco más adelante, camino del mercado y en el número 10 está la tienda de bombones belgas Leonidas.

Al final de la calle, ésta cambia de nombre y se convierte en rue du Rempart Villeneuve. En el número 1, al lado de una tienda de foies, hay una franquicia de l´Atelier du Chocolat, creado en los años 50 en la localidad vasco-francesa de Bayonne (Bayona).  En la acera de enfrente, en el número 6, está otra franquicia de las 130 que tiene De Neuville en Francia. Comenzó su andadura en el siglo XIX en Neuville Saint Rémy con otro nombre para adoptar en 1986 la marca actual e iniciar su expansión.
Si uno sale vivo de allí, al otro lado del mercado está la rue d´Austerlitz, en cuyo número 2 se ubica la pastelería tradicional Maison Pillon, con más de 40 años de antigüedad, a cargo del maestro artesano René Pillon. Hay dos locales contiguos: uno dedicado a chocolate y helados La Chocolathèque y  el otro, a bollería y pastelería, con dos mesitas de degustación dentro y cuando hace buen tiempo, tres fuera. En 1996 esta casa, con otras dos sucursales en la elegante rue Ozenne (barrio pijo) y en la rue du Languedoc, obtuvo el premio al mejor chocolate de Francia.
Pastelería Maison Pillon

Me fijé en los precios de los pasteles de chocolate (con muy buena pinta) y no eran más caros que los de cualquier buena pastelería de Barcelona o Madrid. Y eso que el nivel de vida en Francia es más caro. Escribiré una cata de lo que merendamos allí: chocolate a la francesa y un delicioso pastelito.
En el número 6 de la rue Victor Hugo, justo a otro lado del mercado, está La Patisserie Gimm, con pasteles y macarons. Empezó como traiteur elaborando platos preparados y organizando “bbcs” (bodas, bautizos, comuniones y demás eventos) y caterings y ahora tiene además pastelitos y otros dulces. Otra delicia de tienda y de escaparate, justo delante de un establecimiento emblemático de épicerie, delicatessen y de cafés, Cafés Bacquié.
En la misma zona alrededor del mercado hay una tienda de quesos fantástica y muy conocida, Xavier, una panadería, una tienda de menaje con utensilios para trabajar pasteles y chocolate, chocolate de cobertura, libros de cocina, etc.  En cuanto al mercado Victor Hugo, quien disfrute al hacer la compra disfrutará de sus puestos y si sube al primer piso podrá comer informalmente en alguno de los restaurantes. En el segundo piso está el parking y desde allí se aprecia una vista de Toulouse. La otra se puede contemplar desde las cercanas galerías Lafayette.
Si se dice que París bien vale una misa, Toulouse y su calle o triángulo del chocolate bien merecen una visita. A sólo 400 km de Barcelona, son cuatro horas de viaje por autopista. Yo me alojé en la chambre d´hôtes Les Loges de Saint Sernin, preciosa y de trato exquisito por 110,70 € la noche para dos personas, desayuno delicioso e impuestos incluidos.
Para que esta entrada no se haga demasiado larga, continuaré con más catas de chocolates de Toulouse (y recomendaciones de otras tiendas y postres de dos restaurantes) en una próxima entrada.

6 comentarios:

  1. Tienes un blog que pone los dientes largos, no sabes las ganas de chocolate que me han entrado mientras lo leía. Me quedo por aquí, haciendo gusa!!Saludicos ;)

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  2. Anónimo29/3/11

    Pues habrá que ir a Tolosa.

    Gracias y esperamos noticias de tus próximas escapadas. Deberías plantearte hacer la agencia de viajes del chocolate, jeje.

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  3. ¡Hola Quincampoix!
    Tu blog sí que chulo, con ricas recetas y bonitas fotos y reflexiones. El tiramisú me encanta y las magdalenas de rúcula tienen que ser fantásticas. Se nota que te gusta la rúcula (a mí me fascina). ¿Por qué no pruebas una receta de chocolate con rúcula y nos la envías? Yo no soy muy cocinera que digamos...

    Te añado a mis enlaces y a mi página de facebook. ¡Espero volver a ver Amelie pronto!

    Anónimo, no me des ideas ;-) Próximamente iré a Viena y os hablaré de la tarta Sacher. Tengo pendiente escribir del chocolate de Granada y me encantaría ir a Astorga en junio para el Salón Internacional del Chocolate.

    ¡Saludos chocolateros y gracias por vuestros comentarios!

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  4. carmen rodrigo31/3/11

    Pues resulta que mirando embobada la foto de Maison Pillon , veo unos macarons..... para chuparse los dedos y eso que son una foto sólo ¡¡¡¡

    Dan ganas de darse una vuelta por Toulousse.. ¡¡

    Anónimo, yo tambien voto a favor de la agencia de viajes del chocolate, me parece una idea genial... ¡¡¡

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  5. Pimientodolce20/11/15

    Buenos días Nerea,
    No sé si sigues escribiendo en tu blog, pero tengo que decirte que Chocolatier Olivier no es el más antiguo chocolatero francés, porque hay chocolateros en Baiona desde hace quatro siglos. Por ejemplo, la chocolateria Pariès sigue perteneciendo a la misma familia desde su creación en 1 685.

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    1. Hola Pimientodolce
      Lamentablemente escribo poco. Muchas gracias por tu comentario. Hace años que escribí esta entrada. Olivier se anuncia en su página, como el chocolatier más antiguo de Francia.
      Y Pariès, como dices, desciende de los chocolatiers de Bayona, los que primero trabajaron el chocolate en Francia en el siglo XVII. Aunque en su página dice que la chocolatería se fundó en 1895.

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