Hacía años que deseaba probar el famoso chocolate de Mendaro, localidad de Gipuzkoa (su nueva nomenclatura), en el País Vasco, en el norte de España.
Hace unos días cumplí mi deseo, tras comprar chocolate a la taza y bombones en esta céntrica tienda de la calle Etxaide en San Sebastián, un verdadero paraíso del chocolate. Está decorada con mucho gusto con toques antiguos: con piedra y madera y con una rueda de molino que se usó en la casa del fundador.
Chocolates de Mendaro Saint-Gerons se fundó en Mendaro en 1850 por Juan María Saint-Gerons, de origen francés y dedicado a la venta de productos de ultramar, como cacao, azúcar y café. Las habas de cacao llegaban en barco por el río Deba hasta la misma casa donde está el molino, que todavía existe. Su producto más emblemático era y sigue siendo el chocolate a la taza familiar, que elaboran artesanalmente en el molino a la piedra. Pero la saga familiar ha ido más allá y cuando murió Pedro Saint-Gerons, hijo de don Juan María, comenzó a elaborar chocolate fino: tabletas, turrones y bombones.
Quise probar estos últimos y compré una decena. Me decanté por aquellos que contenían más chocolate negro, mi favorito. Paloma, quinta generación de la familia, me atendió muy bien, al explicarme las variedades. Luego me dio un folletito con las descripciones.
El plato de porcelana inglesa perteneció a mi Amona (abuela en euskera) pero los besos no son míos. |
Probé en casa las trufas de chocolate, café, nata y whisky. Crujientes al morder, con el relleno deliciosamente fino. Exquisitas todas, la de nata me encantó. De los trufados probé el soconusco (con tres tipos de trufa de chocolate negro, con leche y blanco, cubierto de chocolate amargo) y el de cognac negro, muy buenos. De las ganaches, caté la de mantequilla batida cubierta con chocolate negro, la de chocolate negro amargo de 70% cubierta con el mismo chocolate, y la ganache negra de nuez. Tres glorias para el paladar. De las cremas de licor, la crema negra al ron me pareció buenísima.
Confesaré que comí todos el mismo día. Sucumbí a la tentación, ya que mi madre dice que esto es gula. Pero yo doy gracias a Dios porque existen estos placeres y espero que la familia Saint-Gerons los sigan elaborando muchos años. Disfruté muchísimo de estos bombones y no me sentaron mal, prueba de su calidad. (Cuando el chocolate y el resto de los ingredientes no son buenos he sufrido molestias de las que han sido testigos un par de amigos y que no explicaré aquí).
Esto es una pequeña parte de lo que ofrecen. Su carta de bombones tiene más de 100 variedades. Venden bombones sin azúcar, elaborados con maltitol, un edulcorante muy conseguido y que no deja rastro químico raro, a diferencia de otros. Son conocidos sus turrones, sus tabletas y su chocolate con formas (sardinas, ostras rellenas de praliné, puros de trufa de chocolate negro, etc.). En la tienda disponen de complementos en porcelana, cristal, etc., que constituyen bonitos recipientes para su precioso contenido.
Ideales para las bodas, ya que en teoría, no se permite fumar en los banquetes. |
En Chocolates de Mendaro se precian de la calidad de sus ingredientes (coberturas de chocolate belga, mantequilla, nata y miel de Gipuzkoa, frutos secos mediterráneos) y de su frescura, además de no llevar conservantes ni colorantes. Eso se nota al probarlos. Nada que ver con bombones industriales que bajo marcas famosas venden mediocridad con conservantes a precio de artesanía. Por ello, en Chocolates de Mendaro recomiendan su consumo en los primeros días, mientras que los industriales llevan fecha de caducidad de meses. Paloma explica bien a los clientes las condiciones de temperatura ideales para su conservación ¡nada de meterlos en la nevera!
El objetivo de mi viaje no era chocolatero sino familiar, para visitar a mis padres y a mi hermana Edurne, que viven en el País Vasco. Aproveché para quedar con dos amigas donostiarras de la Universidad, Mayre y Coro, que me hicieron una “ruta dulce” por la bella Easo. Desde aquí se lo agradezco y os emplazo a leerme en una futura entrada sobre el chocolate en San Sebastián, una de las ciudades más bonitas del mundo.
Me arrepentí después de no haber comprado más bombones y de no haberlos compartido. Fui tremendamente egoísta y eso es un pecado mayor, lo digo en serio. En mi próximo viaje al País Vasco intentaré ir Mendaro, donde se encuentra el obrador y hacen visitas guiadas, aunque sólo de lunes a viernes y de enero a mayo. Chocolates de Mendaro tiene otra tienda en Bilbao. En su página web encontraréis más información, con fotos y descripciones de sus maravillosos bombones.
La tableta de chocolate a la taza de 350 g me costó 8 €, un poco cara. La cataré en alguno de mis desayunos de fin de semana, cuando pase el verano, aunque si las temperaturas siguen frescas puede que antes. O en alguna merienda con amigas.
Los bombones se venden al peso. Diez unidades me costaron 8,70 €; un precio justo. Hay bombonerías que los venden a 1 € y 1,50 € la unidad. Podéis pensar que no son precios baratos pero todo es artesanal y la calidad es excelente. Envían por mensajero a toda España.
Chocolates de Mendaro, una parada obligatoria en San Sebastián.
C/ Etxaide, 6
San Sebastián (Donostia)
Yo me gasté una vez 45 euros por 150 gr de bombones en una chocolatería en París.
ResponderEliminarNo me parece caro Mendaro...
Los buenos bombones son muy costosos de hacer, allí y en España.
ResponderEliminarMuchas pastelerías no los elaboran ellos sino que los compran a otros, y eso no todo el mundo lo sabe.
Comentaba que me parecía cara la tableta, aunque también pesa bastante. Tendré que preguntar para cuántas raciones da.
Me encantó tu receta de ayer, las galletitas con tomates secos y sésamo...
Que bombonería tan bonita!! Los bombones tienen una pinta delicada ;)
ResponderEliminarEspero tu entrada del chocolate en Donosti. Besicos!
!qué ricos! se me ha hecho la boca agua.
ResponderEliminarGracias por pasar por aquí, Lucía. Espero que estés disfrutando con tu libro de "Esther y su mundo". ¡Qué recuerdos guardo de ese cómic!
ResponderEliminarQuincampoix, me alegro que te funcione el ordenador y vuelvas a colgar ricas recetas. El crumble me encanta si no fuera por el melocotón, al que tengo alergia. Seguro que con albaricoques está también buenísimo.
Buen finde, espero la semana próxima meter la visita dulce por Donosti.
Me encantan estas pastelerías confiterías con historia… me parecen de cuento¡¡¡ Los bombones tienen una pinta de escándalo y no son baratos pero tampoco caros. Los bombones de calidad son manufacturados y eso en si mismo encarece el producto. Pero antes de pagar 8/10.-€ por una caja roja de …. Pues prefiero pagar algo más , pero que sea un festín ¡¡¡
ResponderEliminarMe parece una gran idea poner un folletito con la composición de los bombones, hace años empezó haciéndolo Cadburys, Godiva..etc. ahora ya lo hacen la mayoría. Pero está muy bien , el menos decides cual te apetece más antes de darle u mordisco… si no vas probando , vas probando…. Y te los comes todos ¡¡¡
Sobre la Bella Easo, sobran las palabras ¡¡Pero espero el post con impaciencia … es una ciudad golosa, muy golosa¡¡
Carmen, muchas gracias por tu visita.
ResponderEliminarHay que apostar por las confiterías tradicionales; algunas además tienen mucho encanto.
Desgraciadamente, no todas las nuevas generaciones quieren continuar este sacrificado oficio que tanto nos endulza la vida. Y que a veces se valora poco, al haber crecido tanto el sector pastelero y chocolatero industrial.
yo compre una bolsita de 200 grs, y me costo 16 euros en bilbao, son muy buenos y muy caros
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Anónimo.
ResponderEliminarMe alegro que te hayan gustado.
Son sencillamente excepcionales, y ese hacer artesano que aun conservan, con ese mimo excelente de la calidad de sus materias primas, hacen que ciertamente sean caros en proporción con otros productos de gran distribución y de mucha menor calidad. También es verdad que no es que sean prohibitivos, como alguien ya dijo antes, en Paris hay chocolaterías que son de autentico lujo, donde 100gr de chocolate valen un ojo de la cara. Están muy bien y cualquiera que pase por Bilbao o San Sebastián debe probarlos (no sé si hay en Vitoria).
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Alejandro. El lujo está en quien sabe elaborar estos bombones y en quien sabe apreciarlos.
ResponderEliminarSiento discrepar pero en mi opinión la relación calidad-precio NO está justificada. No encuentro diferencia alguna entre el chocolate con leche de la conocida marca comercial y el de Mendaro.
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